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Una parte de un desarrollo espiritual permanente es el compartir y ayudar a todos los que quieran empezar a aprender algo nuevo, abrir un poco más los ojos respecto a la decadencia cultural existente, además de obtener las herramientas suficientes para entender un nuevo lenguaje:la literatura, el cine y la música.

jueves, 27 de mayo de 2010

Ingmar Bergman, El séptimo sello (1957) Online




Alguna vez de pequeños han visto algo genial pero no lo recuerdan?. Pues este es el motivo por el cual soy un fanático del cine.

Una de las obras maestras de Bergman muestra la complejidad de la vida por medio de la disputa entre el deseo de vivir y la muerte, la tortura, etc, además de demostrar que la vida se fundamenta en un entorno social; y proponiendo el hecho que tanto deben se debe de sufrir para salvar la vida de alguien, cual es precio de la "felicidad". Basándose en en parte de las torturas y crueldades descritas por Ivan Kamarasov, enfocándose en una sociedad medieval pero, con problemas tan universales que aún están vigentes tales como la vida y la muerte. Proponiendo lo siguiente:


¿Se justifica alguna vez la tortura?

Es una pregunta que fue formulada de una manera inolvidable y temeraria hace más de 130 años por Feodor Dostoievski en Los hermanos Karamazov. En aquella novela, el beatífico Alyosha Karamazov se ve tentado por su hermano Iván, confrontado con un dilema intolerable. Supongamos, dice Iván, que sea necesario, para que los hombres sean eternamente felices, que sea inevitable y esencial torturar durante una infinitud a una pequeña criatura, tan sólo a un niño, nada más que uno. ¿Lo consentirías?
Iván ha precedido su pregunta con anécdotas de niños sufrientes: una chica de siete años que fue golpeada hasta el delirio por sus padres y luego encerrada en una letrina de hielo y forzada a comer su propio excremento; un pequeño hijo de siervos, con apenas ocho años de edad, que fue despedazado por perros de caza frente a su madre para deleite de un terrateniente. Casos verdaderos descubiertos por Dostoievski en los periódicos contemporáneos y que meramente insinúan la crueldad casi inimaginable que esperaba a la humanidad en los años por venir. ¿Cómo hubiera reaccionado Iván ante los modos en que el siglo veinte terminó por perfeccionar el dolor, industrializar el dolor, producir dolor en una escala masiva y racional y tecnológica, un siglo que crearía manuales de dolor y cómo aplicarlo, cursos de entrenamiento sobre cómo acrecentar ese dolor y catálogos que explicaban dónde adquirir los instrumentos que aseguraran que aquel dolor fuera inagotable, un siglo que iba a prodigar medallas a los hombres que habían escrito esos manuales y felicitar a los que diseñaron esos cursos y enriquecer a los que produjeron los instrumentos de aquellos catálogos de la muerte?. Las palabras de Iván Karamazov nos recuerdan que quienes emplean la tortura no tienen problemas con justificarla: ese es el precio, se implica, que deben pagar algunos escasos sufrientes para garantizar la felicidad del resto de la sociedad, la enorme mayoría que recibe la paz y la seguridad a cambio de lo que ocurre en algún sótano oscuro, algún túnel remoto, o en cualquier otro lugar.


Dada esta pequeña introducción hacia el entorno de la pelicula, donde uno en incapaz de comprender el film y su doble significado, y sobre todo la tésis que propone.




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