Antes de que Terry Gilliam (Brazil, The Imaginarium of Doctor Parnassus, y ex miembro de Monty Python) filmara en 1988 The Adventures of Baron Munchausen hubieron, ordenando los hechos cronologicamente a la inversa, cuatro películas que ilustraron los fantásticos relatos del barón, numerosas representaciones artísticas en su honor, un libro titulado Narración de los Maravillosos Viajes y Campañas del Barón Münchhausen en Rusia, escrito por Rudolf Erich Raspe, y por último, en el siglo XVIII, un tal Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen, literalamente un loco de la guerra, un personaje con una imaginación excepcional que al volver a su Alemania natal tras alguna interminable escaramuza contra los turcos, narró algunas delirantes historias sobre sus días de beligerante soldado y fue origen de todo esto, incluyendo la película de Terry Gilliam.
The Adventures of Baron Munchausen, como su nombre lo indica, es un film de aventuras al mejor estilo La historia sin fin o Laberinto, un compendio de situaciones extravagantes medio cómicas con un mensaje claro: muerte a la razón, al iluminismo, al progreso y toda la mar en coche post Descartes.
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