CAN, Tago Mago, descarga directa.

Era el año 1968 y algo aparentemente sin importancia estaba apunto de suceder. Czukay, Schmidt, Karoli, Liebezeit, un grupo de jovenes músicos inquietos estaban apunto de forma un grupo, Can. Posiblemente la banda más importante del rock alemán, sin ellos y sin gente como Kraftwerk, toda la música que vino después no hubiera sido posible, tal y como la conocemos ahora. Influenciados por el Jazz, los sonidos étnicos, la experimentación sonora, la música concreta pero sin abandonar las coordenadas de la música popular de su tiempo, el rock , el blues... Navegaron por nuevos mares de experimentación creadora. Los músicos de la banda tenían una sólida formación, Holger Czukay, el bajista, era discípulo de Stockhausen. Irwin Schmidt, el teclista, se formó como pianista y director de orquesta, estudió con personajes claves (Cage, Berio, Stockhausen) y trabajó con gente como Steve Reich o Terry Riley. Jaki Liebezeit, el batería había tocado con algunos de los grandes del Jazz del momento. Podemos decir de ellos y en especial de Holger Czukay, que son precursores del home estudio, con su laboratorio casero se adelantan en varias décadas a lo que ahora puede ser la base de la creación musical para muchos artistas electrónicos. Fueron también precursores en la utilización de sonidos grabados como vía para expresar emociones. Su capacidad para manipular el sonido, utilizar maquinas estropeadas y otras muchas cosas es otra muestra del adelanto que tenían sus ideas.
Al escuchar Tago Mago (1971) debió resultar por aquel entonces complicada, lo que ellos hacían era completamente nuevo. Los temas son experimentales, con una fuerte elemento improvisado, y exploran los aspectos más inconscientes de la persona, toda aquella parte de la psique que se enlaza con lo espiritual y lo místico. La música es como un ritual iniciático que intenta despertar las esquinas perdidas del alma. La voz de Damo Suzuki se desataba de toda atadura y era capaz de crear un lenguaje nuevo, apto solo para la expresión de emociones, no para comprenderlas o poderlas racionalizar. Conseguían sonidos nuevos que no tenían comparación y para colmo toda esta maravilla se hizo tan solo con un cuatro pistas!! En definitiva, un viaje sin referencias claras que por aquel entonces suponía internarse en lo desconocido en busca de la libertad absoluta. Creo que casi 40 años después, supone lo mismo, porque sin duda su música vive...

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